Justicia divina

Esa noche Emily tomo una pastilla para dormir, bebió el agua de su vaso favorito blanco cristal y lo dejó sobre su mesita de luz, acto seguido cayó dormida profundamente, una liviandad que parecía fuera de este mundo se apoderó de su cuerpo llevándola a un estado de profunda relajación.
Y de repente ahí estaba, parada, frente a unas escaleras que al parecer se encontraban dentro de un enorme castillo color oro, al menos esto era lo que Emily lograba percibir de ese raro lugar. Se respiraba armonía por todos lados que entraban por los poros de su cuerpo. Pero de repente algo cambió y el ambiente se torno pesado. Emily siempre había soñado que una sombra la perseguía y atormentaba en sus sueños, y adivinen quien estaba ahí, si, la sombra ... se encontraba pegada a su espalda y se la quiso
 llevar,pero desde lo alto de las escaleras aparecieron dos imágenes celestiales y amorosas que restauraron la armonía del enorme castillo al instante, esto no le agrado a la sombra. Emily noto como se le despego emitiendo un gruñido de derrota.


- Dejala en paz -le dijeron las imágenes a la sombra-somos buda madre y buda padre y Emily ahora se encuentra bajo nuestra protección.

- Ella me pertenece gruño la sombra, he venido a reclamar el alma de la humana

- No puedes reclamar nada y pronunciaron lo que parecía ser el nombre de la sombra.(Emily estaba tan confundida que no alcanzo a entenderlo).

-No me ire de aqui sin antes  llevarme conmigo a la humana

-Ella se ha arrepentido de corazón, y ha demostrado poseer la voluntad que se requiere para volver al camino de la verdad, ya no te pertenece y no te la llevaras, ahora su corazón se guia por el octuple noble sendero, se ha iniciado y por eso estamos aquí.

Acto seguido la sombra le dijo a Emily al oído: - estaré esperando que cometas el más mínimo error, y otro, y otro y cuando hayas acumulado los suficientes volvere por ti.

La sombra desapareció y al mismo tiempo las imágenes se disolvieron dejando un aroma a rosas en todo el palacio.

 Se despertó automáticamente y una lágrima corría por su mejilla izquierda junto a una profunda sensación de paz y alegría que no podía explicar. Sino hasta el correr de los meses que comenzó a investigar y así se fue adentrando a un mundo que antes había estado oculto antes sus ojos. La mejor parte de esta mini historia es que Emily nunca más volvió a sentirse atormentada por la sombra.